Entrevista: Skin on Glass

Las cosas que se encuentran en el Myspace: Jorge Barrientos, bajo el nombre artístico de Skin on Glass, es un artista salvadoreño con una propuesta musical muy interesante. Melodías electrónicas, guitarras post punk, psicodelia y una voz que parece flotar en éter, son los elementos que se pueden encontrar en las canciones de Skin on Glass. Esta es música inteligente, conceptualizada y producida en base a un bagaje cultural amplio y un oído educado. Un bicho raro en nuestro medio, sonoramente más conectado con la movida new wave británica que con los grupos de rock nacionales, pero recomendable en extremo. Novedoso y tan refrescante como un baño de nitrógeno líquido.

  1. Tanto tu moniker como tus rolas expresan un gusto por la ciencia ficción ¿qué obras de de este género son tus favoritas?

Soy aficionado de la ciencia ficción y el género fantástico desde hace mucho tiempo, en mi música se ve por todos lados, tanto en la estética visual como en las ideas conceptuales. Los escritores que tienen influencia directa son Philip K. Dick y J.G. Ballard. Las obras de Phil Dick siempre contienen una desmembración y transformación de la realidad, al final nada es lo que parece y Dick lo presenta siempre con un gran sentido del humor. En mis letras trato de hacer lo mismo, hay varios niveles de significado y casi siempre hay una broma escondida. Por otro lado, las distopías modernas y decadentes de Ballard en cuentos como “The Terminal Beach” son como el entorno ideal para hacer música bajo el nombre Skin On Glass, canciones que expresen la desintegración del ser humano mediante cambios tecnológicos, ambientales y sociales. Pero al final del día soy fan del

género porque va en contra del establecimiento literario y cultural, por su status popular y “lowbrow”, lo cual le permite ser más subversivo. Leo cómics de Neil Gaiman y Alan Moore, colecciono películas viejas de clase B ( las que son tan malas que son buenas), le rindo tributo a las leyendas del Pulp como Robert E. Howard y H.P. Lovecraft y me entusiasma la nueva generación de fantasistas surreales como Jeff Vandermeer, su “City of Saints and Madmen” es simplemente brillante.

  1. Háblanos un poco más de tus influencias musicales, las que podemos oír en tu trabajo y las que sólo se quedan en la inspiración.

El primer disco que recuerdo haber escuchado en mi vida es “Golden Oldies”, una compilación de los Beatles, todavía conservo el vinilo. Los Beatles siguen siendo mi máxima inspiración, básicamente fueron los primeros en convertir el estudio de música

en un laboratorio de arte, pasaron de ser popstars a ser artistas con “Rubber Soul”. Todo empieza y termina con los Beatles. Sin embargo, el sonido de Skin On Glass se semeja mas a una mezcla del post-punk de Joy Division, Echo and the Bunnymen, Gang of Four, y The Smiths, con el shoegaze de Ride, Slowdive, My Bloody Valentine y The Verve. Estos dos subgéneros de música británica son mis influencias directas, pero todo lo que escucho tiene un efecto en mis composiciones, el Ambient, Krautrock, Dub, American Underground, Folk Britanico, Power Pop, bandas clásicas como Mott the Hoople, Velvet Underground, The Clash.

  1. ¿Recuerdas si en algún momento tomaste la decisión consciente de dedicarte a la música?

No, la música siempre fue parte de mi vida. Tomar la guitarra a los 13 años por primera vez fue lo más natural del mundo. Pero en ese entonces solo quería ser Jimmy Page y acostarme con groupies como miles de otros adolescentes, nada en serio. No recuerdo un momento consciente en el que decidí convertirme en músico. Talvez en cuanto a sonido y estilo, sí recuerdo cuando escuché Nirvana por primera vez en una discoteca gótica de Nueva York en 1991 rodeado de criaturas raras y pensé: algo está cambiando en la cultura popular, esta mara vampira está loca, quiero formar parte de esto. O cuando compré “A Storm in Heaven” de The Verve en el 1993 y dije: este es el sonido que estaba buscando, este es el tipo de música que quiero escribir.

  1. ¿Qué formación musical has tenido?

Al principio clases de guitarra y piano, las cuales tomé hace mucho tiempo y me han

servido muchísimo, pero básicamente soy autodidacta, mi estilo no es ortodoxo. Me gusta experimentar con instrumentos. Soy más Sonic Youth que Rush. De hecho creo que a veces es saludable no conocer bien tus instrumentos o dejar de tocarlos por un tiempo y empezar con un canvas en blanco para formar nuevas ideas. Muchas personas con formación musical no son artistas, no pueden expresarse, solo siguen las reglas o imitan los trabajos de otros.

  1. ¿Cuáles son tus herramientas favoritas para hacer música?

Ableton Live es mi herramienta principal, es simplemente el mejor software que utilizad

o en mi vida, tanto para escribir canciones como para grabar y mezclar. Estoy empezando a migrar a Mac OS y estoy jugando con Logic Pro que es mas completo para editar música, pero no pienso dejar Live, de hecho la idea es trabajar con ambos programas en mi Macbook Pro. En cuanto a instrumentos, mi guitarra Fender Telecaster es mi fiel aliada, de ahí nacen todas las ideas, normalmente jugando con loops de batería de BFD o Addictive Drums. En cuanto a sintetizadores, puedo pasar horas experimentando con Absynth 4, Lounge Lizard, y Massive de Native Instruments. Como sampler, normalmente uso Kontakt, por ejemplo en “Quiet”, una de las canciones del álbum, utilizo esta herramienta para grabar samples reales de violines. Pero a veces las mejores ideas vienen de simplemente tocar mi bajo, todo depende de cómo me sienta.

  1. A la hora de componer ¿prefieres empezar con instrumentos acústicos o

    electrónicos?

El 80% de las canciones del álbum fueron escritas con mi guitarra eléctrica. Pero todo depende de en donde te agarra la inspiración. Cuando te agarra por la nuca como suele suceder, tomas lo que tienes a la mano: un sintetizador, un sampler, lo que sea. Por un tiempo solo escribía canciones con guitarra acústica, inspirado por Nick Drake. Dos de las canciones en el álbum, “Embryo 75” y “Post-Human Stroll” eran canciones acústicas que se transformaron en electrónicas.

  1. ¿Cómo logras el sonido que buscas para cada canción?

La chispa inicial para una canción siempre es espontánea pero para desarrollar una

canción soy frío y calculador. Similar a lo que hace David Cronenberg con sus películas, me gusta ser clínico y llevar una visión a su realización final. No pretendo obtener satisfacción espiritual con la música, ese es uno de los problemas con la música latina por ejemplo, todo es una exaltación falsa de amor, seducción, pasión, bohemia, contacto con la naturaleza, etc. No tengo poemas volando como pajaritos alrededor de mí. Con mis canciones trabajo duro hasta conseguir el sonido que quiero, pueden ser meses, años, lo que me tome llegar al punto que quiero. Soy un artesano de la música, no un mesías dotado por los dioses; más Ian Curtis que Bob Marley.

  1. ¿Te gustaría colaborar con algún productor para la producción de tu material, o producir el de otros artistas?

Claro que sí, lo veo difícil pero definitivamente con Brian Eno, Dave Friedman, o Alan

Moulder. Ser productor para artistas locales también me llama la atención, hacer un tipo de “Black Ark” salvadoreño, el legendario estudio de Lee Perry. Constantemente estoy agregando equipo a mi estudio de casa y ya estoy en pláticas con algunos músicos para colaborar en futuros proyectos.

  1. Nos comentabas un poco sobre tus intenciones con respecto a las presentaciones en vivo. ¿Como te gustaría que fuera tu espectáculo?

Hace varios años tuve la oportunidad de presenciar el show de los Flaming Lips en Barcelona. Creo que la frase que usé en ese momento fue que “esto es como ir a una piñata en LSD”. Definitivamente algo memorable, confeti en el aire, gente con trajes de peluche, pelotas plásticas gigantes, luces por todos lados, una pantalla con imágenes surreales, tod

o tipo de props dependiendo de la canción. La idea no es hacer algo igual, solo los Flaming Lips lo pueden hacer así, pero sí hacer un espectáculo memorable y cinemático. Siempre he querido tocar mi música con un collage de películas de culto como trasfondo, el cine de Jodorowsky o Metrópolis de Fritz Lang como estética visual. En la música electrónica se están utilizando elementos audiovisuales pero la sensación que me dejan siempre es de vacío y un “hype” sin sustancia. Pero lo peor creo que sería tocar tu música en un bar con publicidad de celulares como trasfondo en frente de ejecutivos borrachos que quieren revivir sus épocas de gloria. No gracias.

  1. ¿De qué artista te gustaría ser telonero?

Me encantaría viajar en el tiempo a 1966 y abrirle a Pink Floyd en el legendario UFO Club

de Londres.

  1. ¿Por qué crees que el Indie, el electro pop y otros subgéneros sean todavía poco conocidos en El Salvador?

Creo que es por falta de curiosidad en el arte en general y a la música en particular. Pero no culpo a nadie. El Salvador es un país donde la vida es bastante frágil, económicamente y literalmente, en cualquier momento te pueden meter un balazo y se acaba. Creo que en sociedades como la nuestra, la gente se aferra a la cultura que los hace sentirse seguros, protegidos y normales. Por eso la religión, los códigos morales y la cultura popular masiva o “mainstream” son tan prevalentes. Y por supuesto, la seguridad es mucho más rentable que el arte para los medios de comunicación. El resultado es que tenemos más gente que escucha a Maná y menos a los Pixies. Y no es en un tema de gustos como dicen todos, es

un tema de que no hay hambre por algo novedoso porque no hay voluntad para salirnos del corral que nos mantiene seguros. La música electrónica que en Detroit o Manchester era tan novedosa en los 80’s, ahora es muy popular en El Salvador y es porque se ha convertido en otro elemento del corral, es música de discoteca de crucero familiar.

  1. ¿Qué piensas cuando la mara dice que no cree que música de esta buena calidad se haga acá?

Hay mucho talento en El Salvador y creo el Internet está ayudando a sacarlo a la luz. Hay demasiado metal extremo tedioso pero cada loco con su tema, creo que hay tantos metaleros per cápita en El Salvador como en los países de la ex Unión Soviética, jajajajajaja…. no en serio, si yo me basara en los grupos nacionales que aparecen en los

medios tradicionales y los que tocan en eventos promocionales también fuera incrédulo.

  1. Recomiéndanos una banda o artista.

Estoy escuchando mucho a Atlas Sound, Animal Collective, Panda Bear, MGMT, Blonde Redhead, The Helio Sequence, Black Mountain, Band of Horses, como que los gringos y Canadienses se están vengando de tanto dominio Británico en años anteriores. También no me canso de recomendar a dos de mis bandas favoritas ya difuntas que nunca fueron reconocidas: Rollerskate Skinny y Big Star.


visiten el myspace de Skin on Glass para tener una probada de su música.

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